Para finalizar con las exposiciones he decidido hacerla sobre un espacio expositivo muy especial que pude visitar hace poco, la famosa Pedrera de Antonio Gaudí. El edificio en si ya se considera una obra de arte y aunque el espacio expositivo (el edificio) es lo que más merece la pena destacar, también me voy a ceñir a la explicación de las cosas expuestas en este mismo lugar.
La Casa Milà o también conocida como la Pedrera es uno de los edificios más emblemáticos y destacados del famoso arquitecto Antonio Gaudí y un símbolo de Barcelona junto a muchas más de sus obras.
Cuando la visite no tenía en mente que la comentaría en el blog, aunque más tarde pensé que tal obra de estas características y un ejemplo emblemático de la arquitectura modernista merece la pena.
Uno de los elementos que más me llamó la atención de esta visita fue el acceso principal de la vivienda.
Tan solo con la foto podemos observar que no se trata de una simple puerta de acceso peatonal. El portal, la forma que cobra el metal, la pintura que decora el techo y parte de su mobiliario como la puerta de madera o la barandilla de la escalera nos permiten ver la elegancia y la maestría única e indescriptible del arquitecto.
La cubierta era uno de los espacios que también podían ser visitados y sin duda uno de los más distintivos de la construcción. La habilidad y la capacidad imaginativa de Gaudí parecen desbordantes al observar las obras de arte que surgen del suelo para liberar y ventilar el interior de las casas. Las chimeneas adquieren formas fantásticas y a la vez monstruosas que hacen simular un lugar mágico junto a las fabulosas vistas del Paseo de Gracia y la Sagrada Familia un poco más lejos.
Si nos detenemos a hablar sobre la exposición que se encuentra en el desván y en la última planta, podemos apreciar gran cantidad de maquetas conceptuales y de estructura que representan la vivienda y utilizaba Gaudí como uno de sus recursos más comunes. Cabe destacar la utilización de ma1uetas invertidas que para mi eran complejas de entender y que ya me llamó la atención cuando visite previamente la Sagrada familia.
La visita de esta exposición tras observar el exterior de la casa, a mi parecer fue todo un acierto porque esta mismo me ayudó a comprender mejor la idea del que en este caso yo considero artista además de arquitecto.
Otro de los temas que trataba la planta museo era la materialidad de la vivienda y el mobiliario de la época en que la Casa Milà fue construida.
Tan solo con hechar un vistazo al dibujo del pavimento, a las barandillas de las terrazas o incluso a las sillas o los pomos de las puertas se puede apreciar la minuciosidad y hasta el último detalle que trataba Gaudí para la construcción de esta Maravilla. El mismo arquitecto hizo un estudio de la forma en que cogemos los objetos, abrimos una puerta y nos sentamos para poder diseñar para el mayor confort de sus muebles.
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Volví a visitarla hace unos pocos años con mi hijo y me impresionó de nuevo. Adoro ese interés por el detalle de Gaudí. Me alegro que le hayas dedicado una entrada. Muy bien.